PREFIERO.
Hubo una vez
un sabio muy sabio,
muy listo muy listo,
que lo sabía todo
aunque nada había visto.
No sabía, sin embargo,
que él decidía lo que hacía,
y cómo iba por la vida:
si corriendo o andando.
Se dejaba llevar
por lo que los otros hacían,
y no sabía elegir
lo que él quería.
Caminando y caminando
se encontró conmigo,
y le terminé aconsejando
sobre la vida y el destino.
La vida es elegir
en el momento adecuado,
con un poco de suerte
y mucho trabajo.
Yo prefiero ser así,
a veces bueno,
a veces malo.
Mirando hacia adentro
mira lo que he encontrado:
Que prefiero el trabajo bien hecho,
que hacerlo mal y montar un lío.
Que prefiero amoldarme a mi destino,
que resignarme a las piedras del camino.
Que prefiero ver la vida en positivo,
que andar jodido.
Que prefiero ir caminando derecho,
que andar torcido.
Entonces el sabio
me terminó escuchando,
y del camino malo
se fue alejando.
Y entonces fue mucho más sabio,
y entonces fue mucho más listo,
por ver lo que yo ya había visto:
Que prefiero el trabajo bien hecho,
que hacerlo mal y montar un lío.
Que prefiero amoldarme a mi destino,
que resignarme a las piedras del camino.
Que prefiero ver la vida en positivo,
que andar jodido.
Que prefiero ir caminando derecho,
que andar torcido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario