Para mí el 2010...
Intro.
Aunque había oído una y mil veces lo de: “la vida se pasa volando” o “en un momento todo cambia, disfruta” no lo había interiorizado lo suficiente o no había hecho mucho por cambiar mi forma de ver la vida, hasta que decidí hacerlo…
Partiendo de un sentimiento de decir: “ahora sí”, “he encontrado mi sitio”, sentí ese “clic” en mi interior y decidí hacer cosas que tenía pendientes, que por unas u otras razones nunca hacía…
Encuentros y reencuentros.
Me di cuenta de lo AFORTUNADO que había sido por tener a quien había tenido y fui respondiendo a preguntas sobre lo que yo mismo era.
Y le dediqué mi agradecimiento a mi abuela, a mi madre, y mis tíos (casi hermanos), y aprendí a disfrutar de la gente que me acompañaba en ese momento, a reírme, a cantar; busqué a la gente que recordaba con cariño, mi amigos del cole y del barrio, del instituto, porque estaba convencido de que la mayoría seguirían mereciendo la pena, otros fueron apareciendo, UAM, DKTlon; y otros nunca se habían ido, aunque el ritmo de la vida se había salido con la suya y nos había distanciado…
También aprendí el camino (este camino está lleno de paciencia y tolerancia) para sacar fuerzas y seguir luchando, y para saber que hay que estar a las duras y a las maduras, y que si crees en algo, hay que seguir hacia adelante hasta que salga el sol…que saldrá…
Me encontré con las letras, primero como desahogo y medio de expresión, luego como…bueno, eso todavía sigo sin saberlo…
Me encontré con Facebook que me impulsó a buscar a mis hermanas y hermano, con las que en estos pocos meses estoy encantado y han hecho que, ya, haya merecido la pena…
Y sobre todo me encontré conmigo mismo…
Puedo decir lo que dice Dani Martín: “ya nada volverá a ser como antes, nunca dejaré que nada me cambie…”
Post.
En definitiva, ha sido un año de encuentros y reencuentros, de lucha, de agradecimiento, de aprendizaje, de sentimientos, de búsqueda, de expresión a través de las letras que siguen buscando la melodía de la vida…
Ha sido, para mí, el año de la convicción de que la felicidad no depende sino de nosotros, no existe con mayúsculas, es un estado de ánimo, así que: ¡SÉ FELIZ!
Julio.
