DESCONOCIDO.
La baraja se rompió,
jugaste mal las cartas,
quizás te pasó factura
jugar a tantas bandas.
En lo que a mí respecta
puedes estar tranquilo,
no quiero nada de ti,
nunca nada te he pedido,
tampoco esperes tú
que aparezca en tu camino.
Pondré una pieza más
en el puzzle del destino,
te diré de una vez
lo que no te había dicho.
Para así poder cerrar
otro de mis capítulos,
de una de mis letras
o de mi próximo libro.
Te esperé de niño,
no quería ser distinto de aquel,
ni preguntas sin responder,
no me tuve que esconder,
en mi mundo interior me refugié.
Sin odio, no lo conocí,
por ella, no siento nada malo por ti.
Ni falta ni ausencia, ni calor ni frío,
eres un desconocido.
Yo no hubiera hecho lo mismo.
Aprendí a vivir sin ti,
podría haberme perdido,
no pasé ni hambre ni frío,
no faltaron familiares ni amigos,
aunque a veces me sentía distinto,
porque eras un desconocido.
Quizás curiosidad,
de escuchar tu verdad,
de saber cómo te va…
A mí no me ha ido nada mal,
peor podía haber sido,
siendo un desconocido.
Ahora que sé de ti algo más,
que no has sacado provecho
y no has acabado muy fino,
está bastante claro
que algo mal habrás hecho,
estamos de acuerdo los cinco.
