viernes, 10 de diciembre de 2010

Cuando ya no se puede perder nada...

NADA QUE PERDER.

Voy de viaje por el mundo,
sin destino, sin rumbo.
Prefiero estar en movimiento
que sino me derrumbo.

Y aprovechar el poco tiempo
que me queda,
y aprovechar ahora
que estoy viviendo,
antes de que muera.

Me da igual el lugar,
no me da miedo nada,
sólo me importa
levantarme por la mañana.

No tengo nada que perder,
sólo me acompaña mi bolso,
algo de dinero y unas pastillas.
Tengo que aprender a perder,
me pasa algo horroroso,
se me va la vida.

Y disfrutar del viaje,
mientras pueda,
y no decírselo a nadie,
salvo a ella.

Y aprovechar cada día,
que mañana no sé,
no sé que será mañana,
si hay mañana, tal vez,
me alegraré de ver la luz del día.

Y navegar en el mar azul,
y aprovechar mientras aguante mi cuerpo,
y navegar en el mar azul,
y disfrutar cada momento,
y antes de que mi piel azul,
acabe con mi cuento.

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