sábado, 12 de marzo de 2011

Obí, obá, cada día te aprecio más, obí OBI, obí, obá...

PROSA, LIMONES Y… .

Una mañana inesperada
del prosista recibí una entrada,
cargada de bonitas palabras,
de alguien a quien inspiraba…

No me gustan los regalos
que cuestan dinero
prefiero algo tuyo,
que no se venda y verdadero.

Un mensaje, una palabra,
un bonito gesto, un “me gusta”
o una muestra de aprecio.

A otras, al igual que tú,
les pediré un abrazo o un beso,
que me hagan ser
el príncipe de su cuento,
o un luchador caballero
que quiere  atrapar el viento,
aún muriendo en el intento.

Locos muy cuerdos.
Como a todos, me gusta
lo que a veces no tengo.

Como tú, amigo quijotesco,
también tengo mis anhelos,
mis deseos y mis sueños…
y los míos no se compran con dinero.

Una amistad que perdure en el tiempo,
una llave para cerrar el cajón de los secretos,
una tarde de risas de lejanos recuerdos,
tenerte cerca, es un regalo perfecto.

Manolo García en sueños,
Santiago Auserón otros días,
Quijotes del amor sin dueño,
nos encontramos en el encuentro
de la melodía de la vida, 
entre tus limones y huellas en el barro seco,
comiéndonos un poco el tarro de los genios.

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